viernes, 20 de julio de 2012

José Francisco Bermúdez de Castro y Figuera, nace en San José de Areocuar, Provincia de Cumaná, el 23 de enero de 1782. Fueron sus padres don Francisco Antonio Bermúdez de Castro y Casanova y doña Josefa Antonia Figuera de Cáceres y Sotillo. Su educación estuvo en acuerdo con las buenas posibilidades familiares y con lo requerido en el momento para quienes se dedicarían al cultivo de sus haciendas. Llegado el 19 de abril de 1810, toma activísima parte en todos los actos con los cuales se derriba la autoridad española para constituir gobierno patriota. En ellos, a más de su celo, señaló a la atención popular su natural extravertido, campechano, su grande prestancia física; adquiere ascendiente y popularidad. Uno le dará fieles amigos y soldados. La otra lo bautizará "Juan Pueblo". Remoquete significativo y con el cual, afectos, admiradores y envidiosos le proporcionaron gran contento. Baralt lo califica de "Mozo inquieto, turbulento y petulante, de una audacia irresponsable"… Defectos éstos o cualidades, generalmente muy del grado de los pueblos.
Mariño lo utiliza en sus operaciones y en el año de 1817, cuando Bolívar reclama el auxilio del Libertador de Oriente, éste marcha en su socorro llevando a Bermúdez como Jefe Divisionario. Tocole ser el primero en abrirse paso. Un espontáneo abrazo y las frases sinceras de Bolívar quien entre otras le dijo "Libertador del Libertador", volvieron a Bermúdez a la obediencia y hasta al afecto.
Fracasa en Carúpano y Río Caribe (1818); regresa a Angostura y con el nombramiento de General en Jefe, recibe el Ejército de Mariño. Marcha sobre Barcelona para reunirse con Urdaneta; más éste había ya abandonado la ciudad y Bermúdez debe hacerse fuerte en ella para resistir a Pereira que se le encima. Agotadas las municiones se retira en orden a pesar de la persecución enemiga y aún más, pasa al alcance del cañón realista en Cumaná y sigue por Cumanacoa, Aragua de Maturín hasta Maturín.
Cumple las órdenes concernientes al armisticio y aprovecha para ir a Angostura, donde recibe las instrucciones para actuar sobre Caracas. Al decir de su edecán Mejía, cuando supo que debía entrar en Caracas el 15 de mayo de 1821, dijo: "Juro por la
El parroquialismo de la época, su complexión sanguínea, una cierta supervaloración de su yo, su instrucción mediana, lo hicieron en muchas ocasiones reñir con sus iguales, negar obediencia a quien le era superior, desconocer los peligros a que su actitud, contraria a la unidad y al principio de masa exponía a la República. Sólo sabía que la guerra era violencia y en ella la moderación cosa culpable…
Su crueldad sólo mitigaba por lo largo de la guerra, puede meterse, en parte, con los factores que lo empujaban a la desobediencia. Debemos apuntar el deseo de vengar la muerte de su hermano como causal de robustecimiento de esos factores. Recordemos que Bernardo Bermúdez estuvo preso cuatro meses antes de sufrir la muerte.[]
De todas sus acciones, sin duda alguna, aquella que afirma en sus hombros, delante de sus contemporáneos y para la historia, las insignias del generalato, es la conducción de la operación sobre Caracas, llamada Diversión de Bermúdez. Ella solo basta para su gloria y ella conducida como sólo él podía hacerlo, contribuye en la medida prevista por Bolívar al triunfo de Carabobo.[]

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